Comenzamos juntos una historia de dos, Hace mucho tiempo, en algún lugar nos juramos muchas cosas, con el mejor amor que encontramos, con las sonrisas más bellas, con las esperanzas más firmes. Luego la vida, tejedora hábil nos fue alejando en su urdimbre, y la espiral se fue abriendo, y las distancias se agrandaron entre ambos, y ya tu estabas allá, tan lejos de mi que no llegaba mi mano a tocarte, y luego tanto que mis ojos tenían que hacer fuerza para divisarte.
Lo peor es que la espiral sigue su curso…y casi no veo hacia donde va…
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
¿Las historias de dos acaban siempre en historias de nadie?
Preciosos estos textos…Disfruto con cosas así.
No siempre Raúl. Hay personas que tienen la suerte de gozar del amor, de hallar a ese alguien con quién se acompañan, se cuidan y se quieren. Los milagros existen.
Teresa, es una alegría para mi llegar a tu corazón. Gracias por volver a este espacio. Gracias.
Existen…, pero tan edulcorados que no son aptos para diabéticos.
No es lo mismo el amor visto desde afuera que sentirlo en la piel. A la distancia puede que se vea como demasiado dulce…pero es que cuando estás allí todo te sabe a poco.
El amor busca a los amantes como la rabia al perro, sólo que la hidrofobia se convierte en miel.
Y viceversa. Amarse y odiarse. Y volverse a amar como si tal cosa…locuras del amor…
Amor de psiquiátrico!!!
🙂