Siempre encuentro un momento para escribirte, alma gemela. Puede que te recuerde en la noche, o en una mañana iluminada, o cuando la lluvia moja mis cristales. Es en el tibio momento en que te recuerdo en el que brotan mis palabras, y no necesito verte para recordarte porque se que siempre estás ahí.
Las almas que el amor ha enlazado no necesitan nada más que saber que donde estén, siempre habrá un pensamiento de amor, un beso fugaz y un te quiero. Hasta que llegue el momento. Algún dia.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Palomita tú me inspiras.
Las almas gemelas no son siempre complementarias, pero tu escrito me ha parecido un nido de plumas.
Raul…la verdad me he quedado con la duda si lo del nido es bueno o malo…;)
Es un nido de plumas sin ácaros!!!
Ahhh..si es sin ácaros me quedo más tranquila. 🙂
🙂