LLoro mejor con palabras. Me cuesta darle libertad a las lágrimas, dejarlas fluír libremente para que el universo las robe. Me libera tanto escribir, verter dentro de cada letra lo que siento y me pasa, y que a través de ellas todo salga y siga el cauce del sentir.
LLoro suavemente con una frase, un grito pausado y rítmico que me llena de paz, porque las palabras me dejan ser yo misma y sentir lo que sea y quiera, creo con ellas un mundo especial y no me siento presa de ningún dolor. Solo soy.
Y me libero de todo. En silencio.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: La web
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