Un dia comenzamos la historia de nuestras vidas. No teníamos pasado. Sin saber fuimos siendo nosotros mismos, construyendo una personalidad, un entorno, una realidad o cientos de ellas en la medida en que hilvanamos y deshilvanamos la vida, y cuando miramos hacia atrás podemos ver que lejos estamos del inicio, como aquellos que éramos somos estos que somos, tan distintos.
Luces y sombras nos cubren, risas y llantos nos han tallado la piel dejando al desnudo el color de la piedra del alma, esa que el tiempo sabe como despojar.
Los caminos se fueron abriendo, alejando del inicio. Pero no de la verdadera esencia.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro