Vamos caminando un sendero cada dia. A veces a paso vivo, otras suavemente disfrutando el paisaje, y otras veces corremos apurados, urgidos en definitiva por la vida. Cuando el conteo de dias que hemos establecido como año toca a su fin, hacemos un balance de lo que se pasó, de todo lo que vivimos y sobrevivimos. Cuando apenas quedan horas del final de año comenzamos a preguntarnos que traerá el próximo, pedimos y regalamos deseos a nuestros cercanos como quién regala esperanzas. El reloj comienza su cuenta regresiva y queremos creer que encontraremos más luces que sombras, más certezas que inconsistencias. Un billete de lotería que todos tenemos el 1 de enero, nadie sabe quién tendrá premio, una promesa de felicidad endeble que ayuda a vivir, a soñar, a pensar que mañana todo será diferente. Aún cuando poco o nada cambie.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro