Hay amores que crecen entre las piedras de la vida. Nadie los espera, nadie los ve llegar y de repente allí están, fuertes y firmes. Y nos sorprenden. Como predecir que serán? Como saber si son un hierbajo pequeño o el proyecto de árbol que crece contra todo? El tiempo, solo él sabe que todo encuentra su propio cauce. Y su destino.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Cada vez que dudo de ti te me apareces. Sabes pillarme con la guardia baja, y te me presentas en unos cielos inmensos, que en un juego visual con las nubes me hacen sentir que tu amor y presencia se derrama en forma de luces y sombras. Si me pongo a pensar sé que es un hecho físico, pero esa casualidad de que mi alma con requiebros se alegre y reconforte con el espectáculo hace que crea que eres tu Dios todopoderoso quién me muestra que allí estás viendo por mí. Como siempre.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Somos còmo esas dos cadenas, oxidadas por la vida, atacada por los elementos pero aùn unidas por ese candado de hijos, recuerdos, risas y làgrimas, cuidando de resistir a lo que venga pero sin saber porque. La llave de la libertad se perdiò hace mucho…y ni siquiera se desea recordar dònde està…
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Fumo por placer, pero no olvido que en cada cigarrillo quemo algo de mí. Pienso siempre que esa cosa suicida que uno tiene la concreta con esas bellas volutas de humo, en esa calada profunda y asesina. Miro el cenicero y pienso que está demasiado lleno, que hoy he avanzado dos casilleros más rápidos a la muerte y prometo no fumar más. No se para qué me engaño: volveré otra vez a encender uno. Sólo calmé mi consciencia un breve instante. Pero la brasa volverá. Y el humo azul también.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Vives cómo juegas me dijeron por ahi. Quería comprender la lógica de peones y reyes, quería descubrir cual era la mejor movida para hacer ese jaque mate que diera vuelta mi historia, pero se me escapó siempre y no he sabido arrinconar bien a ese rey de la buena fortuna. Y sigo empezando partidas. Quizás llegue en algún momento aquella en que cambie la mano de la suerte, o que al menos me haga sentir que he empezado a entender de que va este juego complicado que es vivir.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
La tarde cae y pienso si la luz es el preludio de las sombras, quisiera tener entonces el valor para enfrentar la noche sin ti…
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Autor anónimo
Amarrados por un candado de situaciones vamos cada dia. A veces la cadena de eslabones de penas nos pesa demasiado, a veces conseguimos liberarnos un poquito y vemos la vida en colores brillantes, pero nos cuesta reconocer que lo que cargamos es lo que fuimos eligiendo a través de la vida. El amor se transforma en un candado inútil cuando perdemos la llave de la pasión, muchas veces irremediablemente.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Un hada me cuida. A veces me ayuda a solucionar cosas imposibles, cuando lloro acerca un pajarillo a mi ventana y me hace sonreír. Creo en hadas. Suena infantil pero nada malo hago creyendo en que un ser inmaterial y fantasioso acude en mi socorro cuando nada queda por hacer. Ella cada tanto deja que huela su perfume a jazmines y yo le lanzo un beso cómplice, porque creer en lo imposible, en lo irreal puede que no tenga mucho sentido. Pero tampoco lo tienen las injusticias de la vida.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Alberto de Haro
Adorabas escucharme llegar, el sonido de mis tacones en el vestíbulo me anunciaban. Preparabas una copa y brindábamos por lo nuestro, eternamente etéreo. Me encantaba esperarte en el sofá donde hacíamos el prólogo del amor, mis tacones resistiendo tu ataque feroz que quería despojarme de todo…Y ahora los veo allí, en una caja olvidados. Cómo tú de mí.
Textos: Bett Gonzalez Casasola
Fotos: Anónimo
A veces un rinconcito del mundo es especial y se convierte en nuestro pequeño paraiso. Esta imagen forma parte del mío.
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