Desafío

El pasado se cuela en tu memoria. Un aroma, una imagen, una persona parecida a alguien que alguna vez conociste, y descubres que el archivo en tu mente está lleno de cosas.

Crees que puedes empezar de nuevo con alguien, y resulta que una frase te lleva a viejas situaciones, a palabras como cuchillos, a lágrimas como lagos que te enturbian la mirada y es entonces que descubres que ya no tienes el lienzo en blanco, y que aunque intentes borrarlo las viejas manchas de tinta de la vida vuelven a aflorar, mudas y resistentes.

Entonces llegas a la disyuntiva: renacer con la condición de la imposibilidad de borrar el pasado. No es un dato menor, la mochila viene cargada.

El amor suele ser un buen asistente en la tarea: disimula, entretiene, corrige y mejora todo aquello que duele, que cuesta, que se dificulta, y es entonces que nos volvemos dependientes de aquel que encontró la llave para lograr que esa magia, por poco que resulte nos hace bien.

Cobardía no es amar para seguir adelante, quizás cobardía sea refugiarse en el dolor, quedarse quietito en tu solitaria zona de confort intentando que nada cambie. Aunque no seamos felices, aunque no obtengamos nada. Solo por que si, solo por el miedo a lo que podría suceder.

Textos:  Bett G.C.

Fotos: Damon Winter

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