Un virus en el sistema

Al igual que en una computadora, un virus se ha introducido en el sistema capitalista. Fue afectando de a poco cada estamento, paralizando e inutilizando funciones, poniendo en jaque la totalidad de la sociedad.

Parece pensado y creado con toda intención para que visibilice las debilidades, para dejar en claro que la salud y la Sanidad estaban abandonados, que el cuidado de ancianos es una estructura débil como ellos, que la Educación del siglo veintiuno no está digitalizada, que las empresas nunca pensaron en tener un sistema de respaldo de teletrabajo…Entre tantas desnudeces que estos pocos días han dejado en claro.

Y la pobreza…Las redes sociales comunican lo que les pasa a los ciudadanos. Cada uno tiene acceso a contar sus necesidades, a mostrar sus rebeliones, sus situaciones límites. La red da libertad y no permite que los gobiernos tapen situaciones, que maquillen lo que sucede a pie de calle.

¿Acaso las redes sociales modificaron a la Democracia? ¿Tienen los gobiernos que demostrar mayor sensibilidad con los ciudadanos porque la opinión pública tiene en sus manos esa poderosa arma?

Mientras que cada día se va escribiendo la historia de la Pandemia en este mundo globalizado, se lucha para erradicar el virus que socava a la política. ¿Cómo juzgarán a los gobernantes a quiénes les tocó capitanear este barco en medio de la tormenta perfecta? ¿La sociedad emergerá más solidaria o más rebelde? ¿Que mirada acerca del gasto social tendrán los ciudadanos? ¿Los que viven en la comunidad europea, seguirán percibiendo que es tan útil pertenecer a un conglomerado de países que no estuvieron solidariamente presentes en la hora crítica? ¿Y los países más débiles económicamente, con que dinero absorberán la enorme deuda fiscal que quedará luego de la extraordinaria ayuda social que tiene que brindar?

Incógnitas, es el momento en que el futuro se torna incierto, no solo en lo económico. ¿Cuáles serán los criterios para abrirle la puerta a la ciudadanía? ¿Cómo sabremos que el virus no provocará rebrotes cuando ello suceda? ¿Cuantos meses tendremos que seguir con las medidas de seguridad?

Y mientras las dudas sobre el futuro nos acucian, las deudas golpean las puertas de muchas casas, y las cuentas de banco rechinan sordamente. Un mar de ciudadanos pacientes pero humildes, trabajadores paralizados, se preguntan como llenarán la heladera la semana que viene.

El virus en el sistema también los paralizó. Pero ellos no son un programa, son humanos.

Textos: Bett G.C.

Fotos: La web

Italy Virus Outbreak

 

 

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